La princesa y el soldado


El soldado bajo la ventana

Una vez un rey celebró una fiesta.
A ella acudieron las princesas más guapas del reino. Un soldado que hacía la guardia vio pasar a la hija del rey y se enamoró enseguida.

Pero... ¿pero que podía hacer un pobre soldado en comparación con la hija del rey?. En fin... un buen día consiguió hablar con ella y le dijo que no podía
vivir sin estar a su lado.

La princesa quedó tan impresionada por su fuerte sentimiento que le dijo al soldado:
- Si consigues esperar cien días y cien noches bajo mi balcón al final seré tuya.

Y a partir de ese instante el soldado se fue allí y la espero un día y dos días y diez y luego veinte.

Y cada noche la princesa le observaba desde la ventana pero él no se movía nunca. Con la lluvia, con el viento, con la nieve siempre estaba allí, las palomas se le cagaban encima y las abejas se lo comían vivo.

Pero él no se movía.

Después de noventa días estaba tremendamente delgado, pálido, al pobre le resbalaban las lágrimas de los ojos y no podía contenerlas, ya no le quedaban fuerzas para dormir.

Mientras tanto la princesa seguía observándole y... al llegar la noche noventa y nueve el soldado se incorporó, cogió su silla y se largó.

Tiempo después el soldado salió a la calle, y no falto quien le preguntara el por que? de su acto.

Por fin uno se atrevió a interrmpir el pensamiento del soldado y le dijo

-Por que te fuiste al final?, ya habias resistido todo.

el soldado le contesto:

-Estaba prendado de alguien que no me quiere. Pudo ahorrarme noventa y nueve días de inútil sufrimiento y no lo hizo.

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